Mobiliario de laboratorio Irulab

Seleccionar los muebles requiere de una planificación adecuada, prestar atención a las características del espacio disponible y tener garantizada la flexibilidad en su montaje.

El mobiliario de laboratorio clínico es aquel diseñado para este tipo de instalaciones. En ellas se llevan a cabo experimentos con diferentes materiales biológicos así que la seguridad y precisión son indispensables.

Los muebles para son muy diversos. Puedes encontrar mesas específicas, encimeras de trabajo, armarios de seguridad, sillas, sistemas de gestión de residuos y otros elementos más especializados, como es el caso de diferentes tipos de accesorios. Todos ellos tienen que estar adaptados a las circunstancias de cada proyecto, el espacio y el presupuesto disponible. Por tanto, no es recomendable seleccionarlos de forma aleatoria.

Con este tipo de mobiliario no tendremos problemas para sacar adelante diversos proyectos, siempre con la debida seguridad y cumpliendo con la normativa vigente. Este es un aspecto fundamental, ya que podría acarrearnos consecuencias indeseadas como es el caso de multas o no pasar una inspección.

Además, debemos apostar por aquel mobiliario que sea resistente, de mantenimiento sencillo y modular. Esta última característica es de gran utilidad. Gracias a ella tenemos la opción de sacarle el máximo partido al espacio disponible. Tampoco habrá demasiados inconvenientes a la hora de montarlos y desmontarlos; ambos procesos destacarán en todo momento por su sencillez y rapidez.

En estas instalaciones se llega a utilizar materiales peligrosos, los cuales pueden causar daños tanto a las personas como a los propios muebles.

Estos se componen de mesas, sean centrales, murales o de varias alturas, estantes, armarios, repisas, superficies de trabajo o fregaderos. Cada uno de ellos cumple con funciones específicas que garantizan un trabajo seguro y sencillo para los profesionales y técnicos que los van a utilizar. Además, la tendencia actual es a que sean modulares para poder adaptarlos a diferentes espacios y proyectos.

Cada uno de estos muebles tiene que estar fabricado en materiales de alta resistencia, preparado para soportar los efectos de diferentes sustancias químicas, impactos o a la abrasión. Así, se garantizan unas condiciones de trabajo seguras y adecuadas. Lo normal es que estén fabricados en metales o plásticos, los cuales son sencillos de limpiar y mantener.

Gracias a ellos se dispone de la superficie necesaria en la que colocar equipos o materiales auxiliares de trabajo. También se cuenta con armarios en los que almacenar las diferentes sustancias en las condiciones que requieren. Este es el caso de unas temperaturas determinadas o una estabilidad ambiental que impida reacciones espontáneas.

En definitiva, con el mobiliario de laboratorio adecuado podemos crear lugares de trabajo eficientes, con todas las prestaciones y que permiten el desarrollo seguro de las actividades. Además, tenemos la opción de adaptar los muebles a las necesidades del espacio que estemos utilizando.